Entrevista ESJAPÓN | Excmo. Sr. Kenji Hiramatsu, Ex Embajador Extraordinario y Plenipotenciario del Japón en España
El Sr. Kenji Hiramatsu es Embajador del Japón en España desde noviembre de 2019. Llega al cargo tras haber sido Director General de Asuntos Globales en el Ministerio de Asuntos Exteriores de 2011 a 2012, Viceministro de Política Exterior en el mismo Ministerio desde 2012, y Embajador del Japón en la India desde 2015. Ahora, un año y medio después de su llegada, hemos tenido la oportunidad de preguntarle sobre su trabajo hasta la fecha, su relación con España y sus planes para el futuro.
Estoy muy contento de haber podido participar en esta labor de “crear la paz”.
- Usted se incorporó al Ministerio de Asuntos Exteriores tras graduarse en la universidad. ¿Podría contarnos qué le hizo decidirse a ser diplomático?
Entré en el Ministerio de Asuntos Exteriores hace ya 42 años, en 1979. Desde que tengo uso de razón me interesaron mucho los países extranjeros y los asuntos internacionales y mientras miraba mapas del mundo y estudiaba su historia, pensé que quería hacer algo relacionado con el ámbito internacional.
Después, estudié también la historia de guerras en el pasado y empecé a desear con fuerza que Japón siguiera siendo un país pacífico y próspero. Para lograrlo, llegué a pensar en cómo hacer que Japón y su entorno sean estables y pacíficos, y llegué a la conclusión de que lo más importante para crear ese entorno era el papel que desempeñaba la diplomacia. Y aunque suene un poco presumido, desde pequeño he pensado que los diplomáticos tienen el trabajo más directamente relacionado con la creación de la paz, y al final de la escuela primaria o al principio de la secundaria, pensaba en ser diplomático. Desde entonces pensé en qué tipo de estudios debía hacer y a qué universidad debía ir para conseguir ese objetivo, así que, desde el principio, la única profesión para mí era la de diplomático y nunca me planteé ninguna otra. En ese sentido, estoy muy satisfecho de haberme convertido en diplomático, y en los más de 40 años de carrera, me siento muy afortunado por poder estar al frente de importantes hitos diplomáticos y poder participar en esta labor de “crear la paz”.
Una de las cosas más memorables que ocurrió fue que en 1981, cuando yo estaba allí, fue el golpe de estado del 23-F.
- Tengo entendido que usted estuvo en España hace 40 años y visitó muchos lugares.
¿Podría hablarnos de sus recuerdos de aquella época?
Cuando entras en el Ministerio de Asuntos Exteriores, primero tienes la oportunidad de estudiar varios idiomas, y me mandaron a estudiar español. Llegué a España por primera vez en julio de 1980 y pasé dos años principalmente estudiando el idioma. Después de llegar a Madrid, fui a Santiago de Compostela, donde hice un curso de verano. Había oído que era un lugar maravilloso de peregrinación y con historia, por lo que deseaba visitarlo. La impresión que me llevé de aquella época fue tan fuerte que aún la recuerdo mucho. Me alojé en una residencia de estudiantes que había sido reconvertida a partir de un monasterio cercano a la catedral, aún recuerdo la emoción que sentí al ver la catedral la primera noche, el ambiente majestuoso y la atmósfera indescriptible de las pequeñas callejuelas que atraviesan la ciudad. En aquella época Japón todavía no era tan conocido, pero la gente de Santiago y Galicia era muy amable con el joven estudiante de Oriente. Todavía tengo algunos amigos allí, y me alegré sinceramente de que me ayudasen con tanto afán cuando yo ni siquiera sabía hablar el idioma. Me conmovieron sus cálidos sentimientos hacia Japón.
Después estudié un año en Salamanca. En julio del año pasado, visité Salamanca por primera vez en unos 40 años. La ciudad en sí no había cambiado mucho. Las calles por las que solía pasar, los bares a los que iba y la residencia de estudiantes en la que viví seguían ahí. En aquella época, viajé a muchos lugares en coche, y creo que fui a todas las provincias de España. Entonces las carreteras estaban muy mal, recuerdo que tardamos unas 10 horas en volver a Madrid desde Sevilla. Ahora se tarda unas 4 horas en llegar hasta aquí por la autopista, o unas 2 horas en AVE. La transformación es extraordinaria.
En aquel momento, España ni siquiera era miembro de la UE y tenía un ambiente diferente al del resto de Europa. Económicamente, España no se había desarrollado todavía, y se había convertido recientemente en un país democrático, donde aún existían algunos vestigios de la época de Franco.
Una de las cosas que más recuerdo de esa época, en 1981, fue el golpe de estado del 23-F. Cuando ocurrió, yo estaba en la residencia en Salamanca, y recuerdo sentir de cerca la indescriptible tensión entre los estudiantes, que hablaban seriamente de qué pasaría con el país, o incluso la inquietud por si las cosas volvieran a ser como antes. Como el pasado mes de febrero fue el 40 aniversario del incidente, hubo muchas noticias relacionadas y vi en reiteradas ocasiones la escena del Teniente Coronel Tejero disparando su pistola, pero yo la vi en directo aquel día por televisión. Fue muy impactante porque este tipo de situación era completamente impensable en Japón. Esa noche, el entonces Rey Juan Carlos salió en televisión con su uniforme militar y dio un discurso bajo la mirada atenta de todo el país, diciendo que apoyaba y defendía la democracia, y la situación se controló. Vi que el discurso tranquilizó a la gente y creo que fue muy significativo poder ver el proceso de crecimiento gradual de la democracia y los diversos hechos que sucedieron en ese proceso, lo cual no es fácil de experimentar en Japón. Este acontecimiento me enseñó mucho sobre cómo crear una sociedad pacífica. Creo que España se ha convertido hoy en día en una espléndida democracia a raíz de estas experiencias. Desde entonces, España ha entrado en la UE y en la OTAN, y ha progresado admirablemente como un miembro de Europa y se ha desarrollado económicamente. Después de 40 años, estoy realmente asombrado y admiro la transformación que ha experimentado España.
En el segundo año estuve en Madrid. No me gustaría que se enfadaran los madrileños conmigo, pero entonces sentí que la ciudad era un poco descolorida, algo oscura, y estaba un poco por detrás de otras capitales europeas. Esto ya no es así. Ahora Madrid es una ciudad moderna y los distintos sistemas de la ciudad funcionan de maravilla. Personalmente me alegro de que se haya convertido en una ciudad hermosa, vibrante, cosmopolita y abierta. Creo que es el resultado de los esfuerzos de los españoles desde la democratización. Además, pienso que la gente de España conoce muy bien la situación internacional y tienen una visión amplia. Estoy muy contento de ver que España está siendo un país que representa a Europa y al mundo.
Debido a la propagación del Covid-19, todavía no he podido volver a muchos de los lugares que visité hace 40 años, pero imagino que cada ciudad se habrá vuelto más impresionante. Sí visité Bilbao y encontré una ciudad realmente bonita y moderna. El Bilbao que yo conocía era una ciudad industrial y parecía un poco monótona, pero ahora se ha convertido en una ciudad cultural realmente magnífica. Es sólo un ejemplo, pero en este sentido, siento que España ha progresado muchísimo cultural y económicamente, así como en cuanto al nivel de estándares civiles. Me gustaría decir a los españoles ¡felicitaciones! Espero que España crezca aún más en el futuro.
Creo que la inversión japonesa en la India casi se duplicó y el número de empresas japonesas en la India también aumentó considerablemente.
- Antes de su asignación en España, usted fue el Embajador del Japón en la India. ¿Qué impresión tiene de la India?
He trabajado en París y en Londres, pero mi primera misión como embajador fue en la India. Es una gran potencia con 1.300 millones de habitantes, un país con tanta influencia como China, y un país de gran importancia para Japón, por lo que esos cuatro años fueron muy memorables y enriquecedores.
En particular, dado que en mi carrera me he especializado en las cuestiones de seguridad y que es muy importante acercar la India a Japón, me esforcé por establecer relaciones estratégicas, incluyendo el aspecto de defensa. En este sentido, no solo la relación bilateral con India, sino también, sobre todo en el aspecto estratégico, hemos podido sentar las bases del formato de colaboraciones cuadrilaterales, llamado Quad, entre Japón, India, Estados Unidos y Australia.
Creo que la tarea más importante de un embajador o una embajada es garantizar que los japoneses y las empresas japonesas que vienen a ese país estén seguros y satisfechos, y que sus actividades en el país de destino se desarrollen sin problemas. En este sentido, la India es ahora un lugar en el que las empresas japonesas están invirtiendo con gran interés, por lo que mi principal misión era ayudarlas. Gracias al esfuerzo, en los cuatro años que estuve allí, creo que la inversión japonesa en la India casi se duplicó y el número de empresas japonesas en la India también aumentó considerablemente. Para conseguirlo, celebramos muchos seminarios y encuentros, y también expliqué directamente a las empresas japonesas que estaría encantado de ayudarles y les animé a invertir en la India. La India es un país en el que es difícil invertir debido a las distintas normativas gubernamentales, por lo que surgieron muchos problemas. Para ayudar a solucionar estos problemas, hablamos directamente con los distintos ministros responsables, pidiéndoles que cambiaran el sistema o crearan medidas especiales. Si a través de estos esfuerzos, podemos ayudar a las empresas japonesas, y como resultado, si estas empresas pueden beneficiarse de diversas actividades en un enorme mercado como el de la India, eso conducirá al desarrollo de Japón, por lo que he venido trabajando con especial hincapié en este sentido.
En aquella época, Japón e India mantenían una relación en la que los líderes de ambos países se visitaban mutuamente cada año, así que estuvimos muy ocupados preparando esas visitas y lanzando nuevos proyectos para esas ocasiones. Como fruto de estos trabajos, la relación entre Japón e India se ha estrechado mucho estratégicamente y creo que las actividades de las empresas privadas también han mejorado notablemente, por lo que me siento realizado por estos logros.
Elegí ser diplomático para contribuir a crear y mantener la paz, y me especialicé en el área de seguridad. Por lo que me siento muy afortunado por haber podido asumir la responsabilidad de desarrollar importantes leyes relacionadas con la seguridad.
- Por favor, háblenos de su labor en Japón hasta ahora.
Justo antes de ir a la India, era Viceministro de Política Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores. Bajo mi autoridad se encontraba la Dirección General de mayor rango del Ministerio, responsable de la programación y coordinación general de la política exterior, y de la diplomacia multilateral incluida la política en Naciones Unidas, así como de la seguridad.
Bajo conceptos como “Diplomacia con perspectiva panorámica del mapa mundial” o “Contribución proactiva a la paz” pensábamos en cómo fortalecer la diplomacia de Japón, cómo promover un Japón más activo que desempeñara un papel más importante en la esfera internacional. Para hacer realidad esta política en el ámbito de la seguridad, estuvimos debatiendo intensamente sobre qué debe hacer Japón para colaborar más estrechamente con nuestros aliados como Estados Unidos y sobre cómo garantizar la seguridad de Japón. Y en 2015, creamos una nueva legislación, la Legislación para la Paz y la Seguridad. El reto de la seguridad de Japón era hasta qué punto podía colaborar con los aliados dentro de las limitaciones de la Constitución; en este sentido, la creación de la nueva ley nos permite ejercer el llamado “derecho de autodefensa colectiva” dentro de un margen muy excepcional. Si Japón es atacado, puede, por supuesto, contraatacar con las Fuerzas de Autodefensa, que es un derecho natural de Japón. Esto es el “derecho de autodefensa individual”. Por otro lado, el derecho internacional permite ejercitar el “derecho de autodefensa colectiva”, según el cual, si un aliado cercano es atacado por otro país, se puede actuar junto con ese aliado. Pero en el caso de Japón, se interpretaba que no lo podía hacer debido a las restricciones constitucionales. Sin embargo, considerando la difícil situación internacional que rodea a Japón, creamos la nueva legislación para que Japón pueda ejercer el derecho de autodefensa colectiva dentro de un margen muy excepcional. Además, esa legislación permite a las Fuerzas de Autodefensa de Japón participar activamente en las actividades de las Naciones Unidas.
La Legislación para la Paz y la Seguridad fue aprobada tras uno de los debates más intensos y largos en la Dieta. Fue la última tarea que realicé como Viceministro de Política Exterior. Elegí ser diplomático para contribuir a crear y mantener la paz, y me especialicé en el área de seguridad que es muy importante en este sentido. Además, he dedicado mucho esfuerzo en las relaciones de Japón con Estados Unidos y Asia, por lo que me siento muy afortunado por haber podido asumir la responsabilidad de desarrollar importantes leyes relacionadas con la seguridad.
Creo que, a partir de ahí, nuestra relación con Estados Unidos se ha reforzado mucho. El pasado mes de abril, el Primer Ministro Suga fue el primer mandatario extranjero que visitó Estados Unidos para reunirse con el presidente Biden. Esto indica que Estados Unidos aprecia y considera a Japón como el aliado más importante como resultado de los constantes esfuerzos de Japón por garantizar la seguridad de Japón, Asia y la región del Indo-Pacífico en cooperación con Estados Unidos. Me alegro de haber podido participar en ese proceso.
Por otro lado, una de las cuestiones más importantes en las que he trabajado como diplomático es la relación con Corea del Norte.
Desde 2001 a 2003, estuve a cargo de la División del Noreste Asiático, que es una de las divisiones más exigentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. En esa época, por primera vez en la historia, un primer mandatario japonés visitó Corea del Norte: el Primer Ministro Koizumi visitó ese país el 17 de septiembre de 2002, y firmó la Declaración de Pyongyang Japón-Corea del Norte que marca el camino hacia la normalización de las relaciones diplomáticas. Este documento sigue siendo la base de las relaciones entre Japón y Corea del Norte. Tras decenas de rondas de delicadas negociaciones, pudimos llevar al primer ministro a Pyongyang. Esta fue una experiencia única y extraordinaria, y que pocos en el Ministerio de Asuntos Exteriores hayan podido tener. Me siento muy orgulloso y agradecido de haber podido estar en primera línea de los movimientos diplomáticos de tal importancia que aparecen incluso en los libros de texto escolares, y haber podido contribuir con mi granito de arena a abrir caminos que conduzcan a la gran paz que yo soñaba.
Lo más importante y preocupante era qué podíamos hacer para evitar que la gente se infectara o enfermara gravemente.
- Ha pasado aproximadamente un año y medio desde que tomó posesión de su nuevo puesto en España en noviembre de 2019. Desde principios del año pasado, la propagación del nuevo coronavirus ha supuesto un inconveniente para su trabajo y su vida. ¿Cómo ha sido su estancia hasta ahora?
De la propagación del Covid-19, lo que más me preocupó fue el estado de ustedes, los japoneses residentes en España. Lo más importante y preocupante era qué podíamos hacer para evitar que la gente se infectara o enfermara gravemente. Mi principal preocupación era cómo proporcionarles la información adecuada y cómo ayudarles, y lo sigo teniendo presente. Creo que mi mayor misión es proteger sus vidas, así que he venido pensando mucho en ello.
Me destinaron a España en noviembre de 2019, y hasta que comenzaron las restricciones en marzo del año siguiente, pude realizar muchas actividades. Gestionamos la visita del ministro de Asuntos Exteriores Motegi y del ministro de Medio Ambiente Koizumi a España, y acudí a muchos eventos culturales en distintos lugares. También organizamos recepciones en la Residencia, aprovechando cada momento. España ha evolucionado mucho, y lo que más me ha sorprendido es el creciente interés por Japón. Me quedé impresionado por la curiosidad que despierta mi país y la riqueza de conocimientos que tienen no sólo las personas del gobierno, sino también la población en general.
La gente de la India donde estuve destinado antes de venir aquí también tiene interés en Japón, pero el interés que tienen los españoles hacia Japón es más profundo y amplio. Por eso, al llegar, lo primero que pensé fue que hay inmensas posibilidades para hacer muchas cosas aquí. Cuanto más emprendemos, ofreciendo contenidos de alta calidad, el público demuestra más interés, y en consecuencia las relaciones pueden profundizarse aún más. hacemos, más interés demuestra la gente, por lo que me di cuenta de que cuanto más buenos contenidos ofrecemos, más se podían profundizar las relaciones. Sin embargo, a partir de marzo del año pasado, nuestras actividades se vieron muy restringidas debido a la declaración del estado de alarma, sin poder salir ni socializar. Desde entonces, hemos venido reinventándonos para reunirnos gradualmente con diversas personalidades, para invitar a pequeños grupos de personas a mi Residencia oficial, o para celebrar pequeños eventos, por supuesto siempre respetando las restricciones impuestas por el gobierno español.
Afortunadamente, tengo muy buena comunicación con el gobierno español y aquí los ministros se reúnen conmigo con relativa facilidad. Estoy muy agradecido por ello porque creo que es una prueba de la atención y el interés por Japón y la profundización de nuestra relación. En ese sentido, siento que las posibilidades se han ampliado enormemente y estoy trabajando para fortalecer nuestras relaciones en diversos temas dentro del margen que la situación me permita.
Mi lema es “diplomacia con resultados concretos”, porque lo importante es conseguir resultados tangibles.
- Usted es un firme creyente de que las relaciones económicas son la base de las relaciones entre países, y afirma que en España quiere hacer todo lo posible para apoyar a las empresas japonesas a mejorar su rendimiento en un entorno favorable y seguro, y para animar a muchas nuevas empresas a establecerse en España. En cuanto al apoyo al desarrollo de las empresas japonesas en España, ¿cómo ha sido su trabajo desde su nombramiento? Además, ¿qué medidas concretas tiene en mente para el futuro?
Como he mencionado antes, tuve una experiencia exitosa en la India, por lo que me gustaría lograr algo parecido también en España. Me gustaría que vinieran más empresas japonesas, que se hicieran más inversiones y que se hagan realidad más colaboraciones empresariales. A los dirigentes de muchas empresas japonesas les explico los atractivos de España. Además, les pido que miren a España desde la perspectiva del mercado europeo en su conjunto por ser miembro de la Unión Europea, y también que tengan en cuenta las relaciones prósperas y sus lazos históricos con Latinoamérica y el Norte de África. España es muy atractiva no solo por sí misma, sino también desde una perspectiva más amplia. Creo que muchos empresarios están de acuerdo conmigo, así que haré todo lo posible por apoyarlos para que se aumenten la inversión en España y las colaboraciones empresariales.
Si surgen problemas a niveles gubernamentales, estoy encantado de reunirme con las personas responsables para encontrar una solución. Si buscan alguna empresa española con quien asociarse, podría ofrecer una oportunidad para encuentros empresariales. Mantengo conversaciones con los dirigentes de los gobiernos autonómicos y los ministros del gobierno central y hablo con ellos sobre cómo promover las relaciones económicas entre Japón y España.
Por poner un ejemplo concreto, he estado hablando muy estrechamente con la Vicepresidenta segunda del Gobierno y Ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Sra. Nadia Calviño. España promueve especialmente la digitalización, así que le pregunté a la ministra Calviño si podíamos celebrar un evento para poner en contacto a empresas japonesas y españolas en este ámbito, y me dijo que era una gran idea. Así creamos una oportunidad online en la que participaron unas 60 empresas de Japón (alrededor de 150 – 160 personas).
La propia ministra Calviño participó y explicó a estas empresas la política de España en materia de digitalización, la importancia de la cooperación con Japón y lo que espera España, y fue muy apreciada por los empresarios japoneses. En particular, en los campos de la digitalización y la economía verde, hay empresas en España que tienen una tecnología muy avanzada y para empresas japonesas será muy positivo asociarse con ellas. También estoy pensando en hacer algo parecido en el ámbito de las energías renovables. Ya hay varios proyectos conjuntos entre España y Japón en estos campos, y me gustaría seguir apoyando estos movimientos.
En el pasado, fui responsable de las negociaciones sobre el cambio climático, por lo que me gustaría seguir promoviendo la cooperación en estos ámbitos. Por ejemplo, la generación de energía eólica está muy avanzada en España. Creo que es posible llevar ese tipo de conocimientos a Japón. Y también me pregunto si podemos cooperar con España en áreas como las baterías, o pilas de combustible de hidrógeno, en las que Japón está trabajando intensamente. Por supuesto, en el campo de las infraestructuras tradicionales, como los ferrocarriles, CAF y otras empresas españolas ya trabajan con Japón. El gobierno japonés está interesado en cómo desarrollar infraestructuras de alta calidad, por lo que me gustaría trabajar en este campo junto con España.
El ámbito de estas colaboraciones no se limita a España. Las empresas españolas y japonesas pueden trabajar juntas y realizar proyectos en terceros países. Por ejemplo, si Japón y España colaboraran en un proyecto ferroviario en el sudeste asiático, ambas partes saldrían ganando. La dimensión del mercado español no es tan grande como el de la India, pero en España hay muchas tecnologías que brillan con luz propia y, como he mencionado antes, el mercado que se puede alcanzar a través de España es muy grande, así que hay opciones para ampliar sus negocios desde España.
A mí me interesa obtener resultados. A veces dejo claro que a mí no me interesa demasiado una buena charla o escuchar bonitas historias. Siempre digo que mi lema es “diplomacia con resultados concretos”, porque lo importante es conseguir resultados tangibles. Creo que es muy importante que den frutos visibles, por lo que me gustaría que las empresas japonesas desarrollen sus proyectos desde estas perspectivas, y haré todo lo posible para ofrecerles lo que necesiten, mi experiencia y contactos, para que los aprovechen.
No tienen que dudar en absoluto en contactar con nosotros, con el Embajador o con la Embajada. No existe un umbral para nosotros. Queremos que las empresas y los residentes japoneses se sientan libres de venir a consultarnos, y si de ello sale algo útil, no hay mayor felicidad para nosotros. Espero que podamos trabajar juntos.
Es el momento de planificar varias estrategias para el futuro. No está claro cuándo mejorará la situación, pero en Japón el interés por España es muy alto, así que creo que cuando la situación mejore, mucha gente volverá a visitar España.
- Tengo entendido que también usted ve un gran potencial de cooperación en el ámbito del turismo y la cultura. Actualmente, el sector turístico de España y Japón está sufriendo los efectos de las nuevas medidas de la pandemia por coronavirus. ¿Qué medidas se pueden tomar en el futuro para ayudar a la recuperación del sector turístico?
Tenemos una situación muy difícil ahora mismo. Tengo entendido que, en 2019, el número de turistas que vinieron a España desde Japón fue de unos 680.000. Cada año, el número aumentaba a buen ritmo, en torno al 10% o 20%, pero desde el año pasado, la situación ha cambiado drásticamente por la pandemia. Por lo que creo que es el momento de planificar varias estrategias para el futuro. No está claro cuándo mejorará la situación, pero en Japón el interés por España es muy alto, así que creo que cuando la situación mejore, mucha gente volverá a visitar España. La mejor manera de que la gente se conozca es viéndose en persona, y el turismo es una de las herramientas más importantes para mejorar las relaciones entre países. Si la situación lo permite, nos gustaría celebrar un evento para la promoción del turismo o tener un stand de Japón en FITUR. Normalmente, los Juegos Olímpicos habrían sido un buen momento para promover el turismo, pero como estas Olimpiadas no estarán abiertas a los visitantes extranjeros, puede ser difícil conectarlo con el turismo inmediato. Aun así, creo que las Olimpiadas brindan una buena oportunidad para atraer la atención hacia Japón, profundizar el interés por mi país, y despertar las ansias de viajar en el futuro.
- Usted dijo que le gustaría esforzarse por difundir la cultura japonesa en España. Por favor, háblenos de su plan de futuro en este ámbito. ¿Qué medidas o proyectos tiene en mente a este respecto?
Como he mencionado antes, el interés de los españoles por Japón es muy alto. Veo los periódicos y la televisión todos los días, y no hay un día que pase sin que aparezca algo relacionado con Japón en alguna parte, por ejemplo, los cerezos en flor o los Juegos Olímpicos, o que Rikako Ikee, una nadadora japonesa, es maravillosa. Es nuestro trabajo responder a este interés y pensar cómo aumentarlo aún más. Nos reunimos con los responsables de varios museos y organizaciones culturales y hablamos de actividades concretas hacia el futuro. Pero ahora mismo es difícil celebrar grandes eventos culturales por eso estamos celebrando eventos virtuales como la “Primavera Cultural Japonesa”, a través del cual la gente puede experimentar virtualmente la cultura japonesa en primavera.
Así, estamos probando maneras, reinventándonos, para promover la cultura japonesa. Hay un gran interés en estos eventos virtuales, y en cierto modo, el Covid nos ha empujado a pensar de qué manera podemos dar a conocer Japón en estas situaciones. El uso de las redes sociales es más eficaz de lo que pensábamos. La respuesta ha sido muy positiva, y hemos podido utilizarlo para que la gente vea diversos aspectos de Japón que no habían visto antes, y también para que lo vean personas que hasta ahora no se habían interesado por Japón. A través de estas actividades, podemos averiguar en qué áreas la gente está interesada. Si profundizamos esa parte y traemos a expertos en esas áreas, podremos atraer mucha atención.
Lo que propongo ahora a los museos y organizaciones culturales es que cuando la situación mejore, deberíamos celebrar un evento específico sobre Japón. Durante los próximos años, no va a haber años conmemorativos por algún evento histórico, pero aun así, podemos celebrar una semana cultural japonesa u otro acontecimiento. Si traemos un acto principal para estos eventos y lo preparamos bien, a muchas entidades culturales les interesará participar. Mi impresión es muy positiva. Para preparar eso, hace falta tiempo, así que podemos planificar varios proyectos a medio y largo plazo, y si traemos algo que llame la atención de los españoles, podríamos conseguir una gran repercusión.
Por supuesto, los temas tradicionales son siempre buenos, pero Japón también tiene mucho que ofrecer en el campo de la arquitectura, el diseño, la moda y nuevos espectáculos atractivos para los jóvenes. Quisiera introducir estos contenidos a los españoles y animarles a llevar ese interés a un nivel más profundo. Pienso que esta es una de nuestras principales tareas. Estoy absolutamente convencido de que la Embajada, junto con la Fundación Japón y las empresas japonesas, podemos hacer que el interés por Japón sea más polifacético y profundo.
Afortunadamente, Japón tiene una buena imagen en todo el mundo. A pocas personas no les gusta Japón. Al oír la palabra “Japón”, en general las personas dicen que sienten admiración y respeto por mi país, y que los japoneses son gente estupenda. Yo estoy sinceramente agradecido a los japoneses. Son ellos, el pueblo japonés en su conjunto, y las generaciones de mis padres y los mayores, quienes llevan décadas trabajando y construyendo la imagen y reputación de la que ahora goza Japón. En España también cuando la gente oye la palabra “Japón”, se interesa de forma abrumadora. Creo que, si hacemos un buen uso de este ambiente, podemos hacer muchas más cosas.
Es una pena que ahora no pueda poner el motor al máximo de revoluciones, pero cuando la situación mejore, iré a todos los lugares de España para fomentar lo que he contado aquí. Hay mucha gente que se está esforzando y promoviendo mi país en las provincias, gente que está haciendo cursos relacionados con Japón, gente que está trabajando mucho en varios campos del arte, no sólo japoneses, sino también españoles. Tengo muchas ganas de visitarles, conocerles y apoyarles. Espero poder hacerlo pronto.
- Por último, ¿podría dar un mensaje a los japoneses que viven en España y también al pueblo español?
Imagino que los japoneses en España aún se enfrentan con muchas inconveniencias en su vida diaria debido a la situación ocasionada por la pandemia, pero la Embajada hará todo lo posible para ayudarles por lo que quiero que no duden en contactar con nosotros. Como he mencionado antes, en España existe un altísimo interés por Japón, y creo que aprovechar este ambiente para mejorar la relación entre Japón y España sería también muy beneficioso para los japoneses que viven aquí. Yo trabajaré con todas mis fuerzas, así que, si hay algo que pueda hacer para ayudarles, por favor, háganmelo saber y haré todo lo posible. Deseo que sigan cuidándose, a la espera de que esta situación mejore pronto.
Al pueblo español, quisiera agradecerles su cariño hacia Japón y los japoneses. Creo que la relación entre Japón y España posee un gran margen para crecer y profundizarse en diversas áreas, de ahora en adelante. Por eso deseo que los españoles continúen interesándose en Japón. Japón y España son dos países democráticos y comparten valores como el imperio de la ley, la economía del mercado, el respeto a los derechos humanos, o la libertad de navegación. Ambos pueden trabajar juntos en una gran variedad de temas, para el beneficio de la región y del mundo. Me propongo identificar estos temas y promover una cooperación concreta. Para ello, espero contar con su colaboración. Muchas gracias.
Agradecimiento: Embajada del Japón en España
Entrevistador: Toshihiko Fukuda, ESJAPÓN